Albert Einstein decía, que entre las dificultades se enconde la oportunidad y en Navanor compartimos totalmente esta filosofía.
Si el año 2020 fue un antes y un después en nuestra forma de entender la vida. El año 2021 no nos ha dejado indiferentes. El arranque de año, totalmente condicionado por el COVID y el BREXIT supuso un gran reto para el sector logístico. La volatilidad de los conductores, que afectó a todas las flotas mundiales, en la mitad del año, fue otro reto a superar. Así como, la antes nunca vista, escalada de los precios de gasoil que aconteció en la última parte del año. Todo ello unido a la descompensación de los flujos de tráfico, como consecuencia directa de la falta de consumibles ha hecho de 2021 un año duro e intenso lleno de aprendizajes.
Con esta situación, tan compleja, arrancamos 2022. Y, para terminar nuestro coctel particular, debemos añadir la dramática situación que se está viviendo en Ucrania y que tiene consecuencias en todo el mundo y especialmente en Europa.
La verdad es que hace falta hacer un ejercicio de fe para esperar que las cosas vayan a ir a mejor. Sin embargo, en Navanor estamos convencidos de ello y creemos que 2022, a pesar de la extrema dificultad con la que arranca, va a ser un año de crecimiento, en el que nos tengamos que reinventar y remodelar nuestro modelo de negocio, con el fin de ofrecer a nuestros clientes, el servicio que necesitan.
Como siempre, en Navanor estamos poniendo todo de nuestra parte, entre otras cosas emprendiendo nuevas acciones que tienen como fin el incremento de nuestra capacidad para poder dar a nuestros clientes los servicios que necesitan, ágil, fiable y sostenido en el tiempo. Y, aunque aún es precipitado porque estamos en el inicio del año, los primeros datos que hemos recogido nos aportan confianza, esperanza e ilusión por construir, entre todos, un año en el que por fin nos podamos ver sonreír.