2020 ha sido un año muy diferente a lo que teníamos en mente. En Navanor siempre nos gusta superarnos, pero en esta ocasión, el reto parecía inalcanzable.
Recordamos nuestra primavera, plagada de nervios, incertidumbre, agitación y un sinfín de emociones negativas que trataban de apoderarse de nosotros. Siendo sinceros, la situación no era para menos.
Pero, justamente en ese momento, donde nada parecía tener sentido y la duda nos inundaba a todos, es cuando vimos con claridad que nuestra misión era contribuir, en la medida de lo posible, a que nuestra sociedad se resintiese lo menos posible.
Vimos nuestro propósito y nos pusimos manos a la obra, con esfuerzo, con determinación y también con miedo, por qué no reconocerlo. Pero de toda esa melange, basado en la implicación y compromiso de un gran equipo, hemos construido un año de crecimiento profesional y personal increíble. Y estamos pletóricos y expectantes ante la llegada de 2021, esperemos que sea un poco menos frenético que 2020, pero que nos aporte al menos el mismo crecimiento.