Como el bambú, Navanor ha invertido tiempo en construir unas raíces sólidas que nos permitan crecer con nuestros clientes y adaptarnos a las condiciones del entorno sin perder nuestra esencia.
Somos flexibles y, a la vez, robustos; dóciles y, a la vez, resilientes; amables y, a la vez, determinados.
Gracias Roberta por el regalo y la reflexión.